“Las dos redes de monitoreo del vector, una del sector privado con trampas pegajosas y otra gestionada por las experimentales del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) con muestreo de redes, han mostrado una fuerte reducción en la densidad poblacional del vector, especialmente en el sur (zona núcleo del país), donde las heladas contribuyeron a esta disminución”, dijo Nicolás Bronzovich, director de Agricultura de la Nación. No obstante, indicó que en el norte la caída poblacional de la chicharrita del maíz no ha sido pronunciada y que aún persisten niveles que no han alcanzado el nivel cero, que “es lo deseable”.
Respecto de las prácticas para manejar la plaga, Bronzovich mencionó que la Secretaría de Agricultura no está directamente involucrada en el monitoreo de la siembra del grano. Sin embargo, expresó su apoyo a la práctica del vacío sanitario, recomendada por el INTA con fechas sugeridas para cuatro grandes zonas del país. “Coincidimos con la práctica del vacío sanitario, aunque no creemos en obligatoriedad porque es difícil de implementar. Sabemos que algunos lotes semilleros han optado por sembrar maíz por su particularidad; mientras que otros han decidido levantar los lotes debido a la situación”, planteó.
En esa línea, indicó que desde la Secretaría de Agricultura registró el inicio de la siembre de maíz en sectores de provincia de Buenos Aires o Este de Córdoba, aunque no se había realizado un relevamiento en las zonas endémicas, con referencia a la presencia de dalbulus maidis.
En cuanto a las zonas en las que se ha comenzado a sembrar, Bronzovich observó que el proceso está avanzando de manera muy lenta. En estas regiones, el INTA había recomendado adelantar las fechas de siembra para aprovechar mejor la humedad y concentrar el esfuerzo en siembras tempranas.
Sin embargo, consideró, como profesional, que es probable que algunos productores estén optando por siembras muy tempranas. Esto podría deberse a que han notado que los niveles de chicharrita han disminuido a cero en sus áreas, y se sienten motivados a aprovechar la humedad disponible para sembrar antes de lo habitual. Bronzovich también mencionó que podrían estar influyendo otras prioridades en la decisión de siembra, más allá del “achaparramiento del maíz”.
Proyecciones
“En agosto, desde la Secretaría, emitimos nuestra primera estimación de área y observamos una caída en la expectativa de siembra”, indicó Bronzovich. Según las proyecciones de la Secretaría, se proyecta una disminución del 15% en el área de siembra de maíz para el año siguiente. Esta cifra es consistente con las previsiones de las instituciones privadas.
La intención de siembra de sorgo ha experimentado un notable incremento del 27%, acercándose al 30% en comparación con el año pasado, lo que sugiere una recuperación en la demanda de este cultivo y una compensación significativa con relación al maíz. Girasol también ha crecido.
Bronzovich adelantó que, en el transcurso de septiembre, se publicará la primera estimación para la siembra de soja, la cual permitirá tener una visión más completa del panorama agrícola.
“Estamos viendo que el productor, que está preocupado por la vivencia del achaparramiento se está cambiando a otros cultivos”, dijo el funcionario nacional.
Productos
La rápida respuesta de la industria, tanto de químicos como biológicos, y el esfuerzo conjunto para desarrollar y registrar nuevos productos han sido claves en la lucha contra la plaga.
“En marzo, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) propuso un mecanismo acelerado para productos cuya finalidad es el control del vector. Eso dio resultado: en marzo había solo un producto registrado, pero actualmente hemos registrado cerca de 20 productos, con varios más en proceso de aprobación”, señaló Bronzovich. Esta expansión incluye una variedad de activos químicos y biológicos, tanto para el tratamiento de semillas como para el control posemergencia del cultivo. “Hay químicos para tratar en semillas y para aplicar sobre el maíz cuando está en estado vegetativo”, añadió.
Y prosiguió: “No es la única herramienta, el Instituto Nacional de Semillas (Inase) hizo lo suyo y facilitó un mecanismo de inscripción de híbridos, donde los semilleros pueden decir que esperan un mejor comportamiento frente a la plaga, con un año de ensayo en tres localidades, y con un protocolo. En el término de un año, vamos a tener información oficial. Lamentablemente, en esta primera campaña nos vamos a tener que basar en los ensayos que hayan hecho los privados y el productor tendrá que apuntar a su experiencia”.
Así, el funcionario subrayó: “En 2025 vamos a tener algún mejor nivel de información en la medida que los semilleros se anoten para registrar híbridos con mejor comportamiento a la plaga”.
Crecimiento
“Se notó un gran crecimiento poblacional de la chicharrita del maíz durante el último verano. Podemos hablar una sinergia en los efectos de la plaga y los golpes de calor y la sequía. No lo tenemos en claro esto, pero hay bastantes trabajos que demuestran que no fue solo achaparramiento, sino esa sinergia. Ello provocó una pérdida de 7 a 10 millones de toneladas de maíz en la campaña 2022-2023”, indicó.
Reducción prevista
Para la temporada 2024-2025, como continuidad de esa situación, se prevé una reducción de 1,5 millón de hectáreas en la siembra de maíz, lo que representa una preocupación grave para el sector.
Sin embargo, Bronzovich destacó la alta capacidad de respuesta del sector agrícola, tanto privado como público. “Estamos observando una intensa cooperación entre las partes involucradas para generar información, buscar alternativas de manejo y geolocalizar estrategias o alternativas de manejo”, acotó.
Enfatizó en la importancia de respetar las recomendaciones del INTA sobre fechas de siembra y prácticas de vacío sanitario. Aunque la obligatoriedad de estas medidas es difícil de imponer, instó a los productores a participar activamente y exigir el cumplimiento de estas prácticas a través de sus organizaciones. “Realizar un vacío sanitario adecuado reducirá la densidad poblacional de la plaga y permitirá que el próximo ciclo agrícola 24-25 comience en un ambiente con menor presencia de enfermedad”, destacó.
Al final, hizo referencia a la “importancia del control del maíz espontáneo”. “Por suerte, no pareciera que hubiera mucho maíz ‘guacho’ dando vuelta, pero hay que controlarlo”, concluyó.